PASOS DE UN TIRANO AL TERCER MILENIO

DIARIO DEL GALLO No 74 
MARTES 27 DE OCTUBRE

DOLOR Y PLACER DEL CHOCOLATE

Me cautiva la palabra tiranía.  Me cautiva el enigma y misterio que esta palabra encierra.  Qué características personales estarán presentes en la niñez, detrás de la máscara del posible tirano? 
Esto me lleva cuestionar hasta que punto el padre de hogar, la madre devota a los quehaceres, el hijo de conducta ejemplar o un amigo puede convertirse, sin que acaso se percate, en tirano(a) de su familia y sociedad.
En que trance se activa el patrón que engendra al tirano?
Las secuelas psicológicas..., cuánto maltrato físico, perversidad..., cuánto venganza es capaz de albergar la mente?
Hay un tirano en el cuerpo de cada uno de nosotros.  A veces sujeto a modales estrictos caseros, y a veces libre y actuando como psicópata con hambre de dolor.
El tirano podría ser un simple ocioso social, un zángano de la multitud que degusta el chocolate.
Es difícil para muchos reconocerse ante mal, ser objetivo y sentarse en el banquillo a evaluar el grado de malevolencia de las acciones cotidianas.  Difícil porque siempre, el pequeño tirano, hombre o mujer, piensa actuar bajo responsabilidad y justicia aplicable a los demás. 
Es inusual en el Tercer Milenio consentir el error.  Enceguece cada ser dentro del odio o pasión con el que nace.
La humanidad es un contrario y al revés.
Acostumbran los padres al castigo correctivo: frustración, primera deshonra, desprecio, abuso, subestimación y mezquindad con el menor. Veo acá origen al desafío, reto y al deseo de revancha reprimida de todo tirano.
Será el futuro tirano de la historia aquel niño, que por compensar una anomalía psíquica de la infancia, busca lucir en el universo al imponer su rebeldía y voluntad?.
Dos tiranos modernos asaltan esta escena: Napoleón, auto declarado rey del universo, y Hitler que supuso liderar la raza aria con el menosprecio y exterminio judío y otros países.
En que mente hay tanto aborrecimiento si no en la del niño que desconoce los aromas del amor? 
Hay manera de subir y conquistar oportunamente el estrellato de la libertad.
Desafortunadamente existe la escalera que conduce al nefasto vacío e impulsa al tirano a vengar el posible espejismo traumático de la niñez.



Oscar Darío Velásquez Lugo
27-10-2010
Amsterdam  


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