martes, 21 de enero de 2014

LÁGRIMAS DEL INSENSATO


VOZ SENSITIVA

DIARIO DEL GALLO
LUNES 20 DE ENERO 2014

¨He logrado capturar de este pintor indigenista colombo-ecuatoriano varias obras que expresan dulzura, ensoñación y encanto.  Según me cuentan: Ivan Guayasamin T. es un pintor bonachón y bien borracho de mi época y quien dizque cambia arte por trago.
¨Quien vive entre el arte piensa arte, quien vive entre del conflicto piensa en guerra¨. od

A mis compatriotas esta historia de desamor. Las risas que emergen del mar son como las sombras que acompañan mi dolor supremo y mi calvario rutinario.
Eres cruel y satinado...  Los humanos no podemos estar en silencio en ningún momento del día.  Ni siquiera cuando dormimos porque allí nos cazan los deseos freudianos y nos parlan con la voz sensitiva de la mente.
A mi me grita y desesperan las voces ocultas de los que callan, de los que asumen que otros hablen por ellos, de aquellos que no se atreven.  A mi me desesperan las voces de un mundo ajeno creido sabio y que se entromete en el mio.  A veces los viejos hablan mucho y escuchan poco.  Me parece que entre más envejecemos más convivimos en compañía de esa incontable cantidad de voces, las voces del pasado, de lo que no pudimos decir, de lo que queremos expresar y nos seguimos guardando.  La voz mental y la memoria son más safadas y habladoras que cualquier otra.
A mis compatriotas les dedico estas palabras.  Palabras más, palabras menos para  el bien entendido.
Hoy como otros días no asimilo nada de lo que acá pasa.  Colombia es una ruleta rusa.  Colombia es una ruleta china.  Colombia es una ruleta norteamericana.  Colombia es la moda, guerra, trajín, rumba.  Colombia lo es todo y le falta muy poco para ser nada.
Mis compatriotas están ahogados en la risa y el buen humor.  Mis compatriotas y yo somos el más perfecto símbolo.  El ejemplo más alto porque hablamos desde el ego.  Somis mis compatriotas y yo los imbatibles soldados de la más misera y cruda realidad histórica contemporanea.
Acá ha cambiado muy poco: los nombres españoles se repiten y las tradiciones pierden su fuerza y carácter para dar paso al otro extranjero, al que viene de cualquier otro charco.
Acá somos lo que otros desean.  Somos la copia fiel de los diseñadores europeos.  Hemos perdido nuestras mentes.  Hemos perdido nuestro rumbo, si es que algún día lo tuvimos.  Acá nadie sabe para adonde es que se mueve, simplemente es conformista y transforma su apariencia. 
A mis compatriotas, dicen que lo hemos perdido todo, dicen que estamos al borde del colapso y aun pienso si es que acaso algún día hemos sido distintos, si es que acaso conocemos diferente.
Hoy me he puesto a pensar que cada latino lleva por dentro su marca y sello.  Somos tan diferentes como iguales.
Somos polos opuestos que trabajan en son de entender su idiosincrasia.  Somos aquellos entes que evolucionan porque siguen un ritmo sin que lo determinemos nosotros mismos.
Hasta cuando entonces buscaremos ser nosotros y no otros, aceptarnos como nadie más que nosotros para que nos vean como un pueblo identificado.





Oscar Darío Velásquez Lugo
20 01 2014 
Santa fé de Bogotá






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