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| Art and criticism is the poet, writer and the musician in full expression of the outside world, (oscar darío Velásquez Lugo) |
DIARIO DEL GALLO
MIÉRCOLES 18 DE MARZO 2015
AMSTERDAM
A CONTINUACIÓN : aparte de un intercambio OPINIONES en Facebook esta semana
CONFESIONES a calzón quitao: mi ambición idiomática de hoy es matar tres bichos de un solo sacudón.
A ver si me pillan... A mi y a algunas de mis amistades, (a nosotros..., ya podrán los de mi generación identificarse con facilidad...), por cosas del destino y SABIDURÍA DIVINA, nos fue más fácil distanciarnos de la invasión ideológica que trajeron a Colombia los llamados hippies (hoy traducidos: marihuaneros de los años 70-80 quienes fueron los primeros en propagar el libertinaje del rock, sexo y drogas desde la plataforma musical de ACDC, Depp Purple, Led Zeppelín, Beatles, Rolling Stones, Cocker, Hendrix etc).
En mi caso de 'egoísta y eterno creyente', no tuve problema con este dual sentimentalismo naciente: tradición versus rock ya que la antenita del pensamiento ilusorio en mi se desarrolló y percibió pronto que vivimos, (mis antepasados) y no dejamos de vivir, (presente y generaciones futuras) abordados por la crueldad que nos causa la invasión mental que trae camuflada la música, fashion y la que el comerciante llama modernización global. Lo bello es que la música tradicional fue para mí toda una 'revelación histórica', la música fue una 'çrónica del presente que yo vivía' (redundancia linguiiiiística haha), durante mi adolescencia-bachillerato. Lo bello es que sin darme cuenta el camino fue despejándose solo y las protestas y desencantos se hicieron palpables por medio de los cantos y ritmos típicos amenizados con ritmos andinos y del folklore MI PAÏS.
(Un aparte, de repente en esta agorafobia política en que vivimos los colombianos se me cruza que hablar de "Juapa-Santos como el Pacificador y no como el Desterrador que es, en la historia futura de los colegios, universidades y libros de cultura colombiana será tan falso, contradictorio, doblegado y nocivo como pensar que la paz llegará con el hecho de firmar.
En mi caso de 'egoísta y eterno creyente', no tuve problema con este dual sentimentalismo naciente: tradición versus rock ya que la antenita del pensamiento ilusorio en mi se desarrolló y percibió pronto que vivimos, (mis antepasados) y no dejamos de vivir, (presente y generaciones futuras) abordados por la crueldad que nos causa la invasión mental que trae camuflada la música, fashion y la que el comerciante llama modernización global. Lo bello es que la música tradicional fue para mí toda una 'revelación histórica', la música fue una 'çrónica del presente que yo vivía' (redundancia linguiiiiística haha), durante mi adolescencia-bachillerato. Lo bello es que sin darme cuenta el camino fue despejándose solo y las protestas y desencantos se hicieron palpables por medio de los cantos y ritmos típicos amenizados con ritmos andinos y del folklore MI PAÏS.
(Un aparte, de repente en esta agorafobia política en que vivimos los colombianos se me cruza que hablar de "Juapa-Santos como el Pacificador y no como el Desterrador que es, en la historia futura de los colegios, universidades y libros de cultura colombiana será tan falso, contradictorio, doblegado y nocivo como pensar que la paz llegará con el hecho de firmar.
No... No nos creamos tan tontos. Ehh Ave María... La mentalidad de una ciudad, de un país no cambia con que un gobernante ponga una mamarrachería de firma en un papel. (escuchar la canción y ponerle los 8 sentidos). Para mi, (diría 'nosotros'), que llevo toda una vida esperando una señal de socialización desde ese nido politiquero que es la Casa de Nariño, el mejor símbolo actual de paz y progreso santista en la capital, por ejemplo, sería regenerar, reorganizar las mujeres, niños desplazados que caminan el centro de la ciudad y a los llamados desechos humanos que sobreviven en el Bronx-Calle del Cartucho). Akrrsshhsh!!! Insolentes desechos adictos al bazuco y pegante? Por favor... Repitamos la lecciones de ética, moral o religión para entendernos mejor.
En Colombia no hay canalización de oportunidades para la clase baja de la sociedad. No podemos exigir ni culpar a un jóven adicto al crack, por ejemplo, si no se la ha facilitado una base humana donde figurar que lo prevenga de caer en el vicio y en el mal.
Mejor sigo... confieso que la semilla de aquel rock vago e impersonal, por suerte, nunca germinó en mi. Uff, menos mal. Pasan los años, me doy golpes de pecho y sigo ahí tan radical como en ese ayer. Y repito, por FORTUNA DIVINA, el 'vicio del rock de allá y más allá' nunca creció. (no me confundan los letrado(a)s, una cosa es que aprecie y otra sentir, conocer y suplantar). La tradición y las raíces, quiéralo o no el desvergonzado arribista, hablan desde adentro. O dejémolo simple: me quedo con un Bambuco, una cumbia raspada, 'maracas, guaza y tambor', me quedó con la proposición de que lo que nace en mi tierra es mejor... Yo no quiero engaños, no quiero ser europeo, sólo quiero ser yo.
Ahh y propongo como contra parte a los éxitos que Shakira ha tenido gracias a Rihanna y Beyonce que les enseñe a bailar o al menos tararear un Guabina, Vallenato, Joropo o qué se yo, porque hay mucho de donde escoger,od.
Mejor sigo... confieso que la semilla de aquel rock vago e impersonal, por suerte, nunca germinó en mi. Uff, menos mal. Pasan los años, me doy golpes de pecho y sigo ahí tan radical como en ese ayer. Y repito, por FORTUNA DIVINA, el 'vicio del rock de allá y más allá' nunca creció. (no me confundan los letrado(a)s, una cosa es que aprecie y otra sentir, conocer y suplantar). La tradición y las raíces, quiéralo o no el desvergonzado arribista, hablan desde adentro. O dejémolo simple: me quedo con un Bambuco, una cumbia raspada, 'maracas, guaza y tambor', me quedó con la proposición de que lo que nace en mi tierra es mejor... Yo no quiero engaños, no quiero ser europeo, sólo quiero ser yo.
Ahh y propongo como contra parte a los éxitos que Shakira ha tenido gracias a Rihanna y Beyonce que les enseñe a bailar o al menos tararear un Guabina, Vallenato, Joropo o qué se yo, porque hay mucho de donde escoger,od.
