DOMINGO 10 DE ABRIL 2011
ESPEJO DE LA SOCIEDAD
'Lo que uno deja de mencionar en vida se queda en el baúl de la muerte'
A ver si logro explicarme:
Nadie quiere bajarse de la nube y todos queremos ir en el mejor avión.
Pasan los años, los siglos corren uno tras otro y la sociedad ambula hacia el lado contrario. Llevar el acelerador al piso es contraproducente.
En ciertas cosas avanzamos como gigantes y en otras echamos a andar como el cangrejo, para atrás. Si echásemos un vistazo a lo que realmente nos incumbe, el hombre está tan perdido como al principio de la era Cristiana, desorbitado como en el Renacimiento y aun más descontrolado que en el siglo XX.
Dicen que detrás de cada hombre célebre existe una gran mujer y me imagino esta frase sería acertada hasta hace varias décadas. Las relaciones han cambiado.
Será un proceso de adaptación-aceptación? Nos llevó el chiras pues hoy vemos más que eso, el gay diría que detrás de cada gran hombre se esconde otro gay y por consecuencia, la mujer asegurará que bajo la falda de una gran dama se esconde otra mujer. El hecho es que nadie se hace grande en solitario en esta ´batalla de los sexos´.
Pero qué pasa con la mentalidad cambiante de la mujer tipo 2011 que es trabajoso adecuarse a su pensamiento y rastrear su súbita forma de ser. Qué pasa con su estado visionario que a nosotros los hombres nos es tan complicado acomodarnos a lo que creemos un incierto paso.
Qué pasa, qué acontece en realidad. Quién se ha fastidiado pues de quién?
Desde que tengo uso de razón, ´indirectazo´, escucho a las mujeres heterosexuales asegurarse que ellas sí se comprenden entre si y me quedó la intriga sí eran estas palabras una provocación. Hoy las lesbianas afirman lo mismo pero con otra connotación y al final sigo perdido, dudoso. Es indiscutible, el hombre y la mujer son dos polos opuestos: viento y llama. Sin embargo, mientras la ciencia no invente mutaciones cosmetológicas, estos dos seres seguirán como el agua necesitando de la sal. Lo que no es evidente y me es difícil digerir es el asunto de la indirecta, aquella imagen volátil anidada en mi memoria.
Estamos llegando al punto de una total subordinación?
Al parecer, el hombre, el ´picapiedra´, el macho, ya no tendrá nada que chistar pues ha perdido el duelo contra la ¨Feminista de Oficina¨, contra la dama libertina de vestido y corbata profesional que hoy llega al nido familiar con la intención de seguir avasallando a su antojo.
La convivencia en pareja se ha cristalizado como una extensión más de su agenda personal y nada más. El hombre que dictaminaba e imponía reglas es devorado paulatinamente por el lozado status de la sociedad.
Como aperitivo, se ha enredado el gusto y el placer sexual, aquel tesoro que el hombre veía como signo, como distintivo de igualdad.
Según la inversión de la moda, debería al hombre darle verguenza platicar más de su deseo sexual porque el tema ha llegado al término de la saturación.
Los hombres perdimos esta extensión ligada a la virilidad mientras somos testigo de como devenga aprecio el gay, el flamante acólito de la seducción que hasta hace poco era tildado de decadente, hoy convertido en ejemplo y ´liberadores del genero y la sensualidad´.
Así es captada la visión, primer paso del nuevo inquisidor modernista: una sociedad respetable es aquella que sostiene y permite el matrimonio gay, (los hijos cuentan menos en esta división social).
Habrá el hombre de someterse a ver a través de los anteojos que usan la mujer. El olor a sexo es cosa y propiedad femenina. No quedará otro camino?
Entonces viene el segundo paso de esta complicada revolución para la pareja hetero: la mujer de traje de pantalón, cinturón y maletín irá de negocios a la calle mientras el 'hombre ama de hogar', se queda gerenciando el oficio de la lavada de ropa, limpieza de platos y demás asuntos de casa,
(un aparte..., recuerdo cuando llegué a Amsterdam y escuché esto por primera vez, lo que para mí sonó como un total disparate..., otro aparte..., tampoco entendía esa noche la actitud de la mujer huésped aquella vez que nos invitó, a mi pareja de entonces y a mi, a tomar té-café en su apartamento. Había dejado a la vista 2 vibradores usados como si fuera lo más común. Yo venía de California pero me sentía un atrazado social, mental, sexual y demás).
La mujer actual ya no es nada convencional. Algunas se han hecho a la tarea pública de reeducar a sus maridos como a sus hijos. Es acaso cierto, que no sólo las hormonas alborotan, deprimen, descosuelan, sino que la mujer se reactiva y reprograma cada mes?
Con esto en mente, ¨sólo se que nada es fé¨. No me imagino que nos depara el futuro cercano. Ante que nueva alternativa-situación nos estaremos enfrentando?.
Ahhh y yo...? ahh..., yo no estoy para estas cositas de moda. A mi me tildarán de enchapado a la antigua por lo que fui soy y seré...
Oscar Darío Velásquez Lugo
10-04-2011
Madrid
