sábado, 30 de octubre de 2010

AMIGOTE DE LA FAMILIA ECHEVERRI

DIARIO DEL GALLO No 75
SÁBADO 30 DE OCTUBRE 2010

GENTE DEL PLANETA ROSADO 
CONTINUACIÓN...
Me he quitado un peso enorme de encima.  Me he peleado con los Echeverri.
Me explico: yo no entendía que nos pasa con la mentalidad sumisa.  Estamos acostumbrados al maltrato desde jóvenes y llegamos a viejos y el mal empeora.
Aprendemos a dar gracias después que nos abusan porque no tenemos agallas ni estamos listos para ser nosotros mismos porque no sabemos ni lo que somos ni lo que queremos, ni de dónde venimos ni para dónde vamos.  El mundo exterior nos detalla. Somos su mejor bocado.  Somos la presa de su riqueza.  Somos gente que habita en una burbuja color rosa si saber como despertar.
Pasamos de genuinos bobarrones y seguimos con la frente erguida.  Psicología dialéctica de los contrarios.  Somos la raza amiga fratenal de los Echeverris, que entre más le roban y castigan más nos sentimos valorados.  Lo peor es que buscando reconocimiento de ellos.
A ver si cambiamos este mediocre pensamiento y nos ponemos las pilas para no caer más del zarso.
Compramos la idea que lo que viene del extranjero es lo bonito, bueno, exclusivo y el último grito de la moda.  Con eso nos satisfacemos.  Pero terminamos esclavos de lo que dicen y hacen en el extranjero.
El peor problema es que no valoramos lo que somos, y si valoramos siempre anteponemos el corazón y la humildad del cristiano que ellos llaman patético.
Nos enseñaron a vivir con penas y vergüenzas que nos hacen prácticos en nada.
Mientras el mundo vuela nosotros caminamos.  Mientras ellos viven nosotros soñamos.  Siempre caminamos metros atrás de los acontecimientos porque aceptamos el trato que nos dan los Echeverri.
Anhelamos venir de mejor familia como ellos.  Los Echeverri son mejor aunque no trabajen, aunque huelan a feo.
Quisiéramos estar a la moda como ellos aunque nos toque pagar 3 veces más caro.  Recibimos y adherimos.  Importamos lo que a nosotros nos sobra, (idiota contradicción), pescados, carnes, quesos, perfumes, ropa, calzado, etc, etc.  Importamos las ideas, estilos, maneras de sexo y seguimos campantes como si nada.  Somos el perfecto idiota de este universo.
Deseamos cambios de piel, nariz respingada, cabellos rubios, y peor, aún así, no entonamos con ellos ni compaginamos con su estilo.
Aunque tengamos lo mejor siempre observamos el plato vecino, (no es el hambre la obsesión).  El insatisfecho llegó mutado con la raza a través de los siglos.
Echeverri nos come el coco, sentimientos y acabamos dándole besos felices y contentos.
Los amigos de los Echeverri que tristes somos.
Sí mirásemos mejor no ingeriríamos pasta de perro y gato pasada por carne y  atún.
Sí fuésemos nosotros los dueños comprobariamos dentro de la casa que en nuestro patio siempre brilla sol.  
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Oscar Darío Velásquez Lugo
30-10-2010
Amsterdam


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