DIARIO DEL GALLO
JUEVES 30 DE ABRIL
Muchos supusimos desde el comienzo, que esta epidemia iba a llevar a la gente a recapacitar, a pensar en los verdaderos valores de la vida y apreciar el hecho de estar vivos, a respetar la muerte, el ambiente, los recursos naturales, los animales y nada parece ser más equivocado.
Los seres humanos tuvimos la oportunidad, el momento para girar el timón y cambiar de rumbo.
El encierro en las casas, el miedo por contraer el virus nos llevó a pensar en nuestra existencia y eso fue muy positivo.
Hago un paréntesis -la información por los medios de comunicación, las redes sociales fue directa, al instante y al alcance de la mano, algo nunca visto, algo histórico.
Sin embargo, una vez acabado el 'momentum', todo se ha venido al piso.
Los seres humanos probamos que dificilmente tenemos en el deseo arraigado de querer cambiar para bien. La nueva era nos ha traído la vida fácil y confortable y eso es lo que quiere el mundo moderno, los milenialistas aunque se nos vengan peores problemas que los que ya nos estaban ahogando/intoxicando.
La gente perdió el miedo a Dios, dejó su apego por las creencias porque por primera vez se dió cuenta que una situación como esta, su apego a Dios poco tenía que ver, que el virus y que la vida y la muerte no dependen de Dios, sino del mismo hombre.
Este añ0 2020 la gente aprendió a no tenerle miedo a la muerte. Nadie pudo llorar a sus muertos, se acabaron los mileranios rituales de la muerte.
Entramos en un periodo de bloqueo emocional, ese es el hombre y la mujer del mañana, ( distinto a los traumatizados, a los que ahora, consideran los más débiles, aquellos que seguirán visitando clínicas en busca de ayuda psicológica).
Esta pandemia nos trajo momentos de recapacitación, pero dónde los hemos dejado? Que tan rápido los hemos echado a la basura? El ser tiene hanmbre material porque a eso es lo que nos han acostumbrado.
Seguirá el planeta echando para atrás sin que ningún super héroe pueda evitarlo
Oscar Darío Velásquez Lugo
30-04-2020
Amsterdam
