domingo, 15 de abril de 2012

TUMBAGA, INDIGENA HERALDO DE MI TRADICION

GRUPO FOLCLÓRICO ANDINO TUMBAGA 1980
DIARIO DEL GALLO
DOMINGO 15 DE ABRIL

GRUPO TUMBAGA
´Descubrir la música fue descubrir el universo que hay detrás de los pensamientos´
Rememoro las madrugadas en casa de mis padres.
Me levantaba a eso de las 4 a.m. a leer mientras el resto de la familia dormitaba.  Yo era feliz iluminando aquella lámpara que pedí a mi abuela, que giraba la cabeza para donde a mi se me antojara y que impedía molestar a mi hermano que dormía en la parte alta del camarote.
Me había propuesto estudiar a esa hora del amanecer.  El alba momento más puro del día.  Así me acostumbré.
Por ese entonces cursaba mi tercer año bachillerato.
Me había dado a la tarea de profundizar algo del idioma de los Muixcas.  Me embelesaba con el tema de los mitos y leyendas de esta civilización, que era para mí lo más cercano para confluir las primeras señales de quien era yo,  empalmando barrio-sociedad, alrededores y la escuela familiar.
Un mañana de esas leyendo se personificó la palabra Tumbaga.  Una corazonada.  Algo, no sé, la combinación de estos fonemas, quizá su dicción o el término en si me transmutó.
Desde muy niño me fascinó el tema que el Zipa o el Zaque chibcha en uno de sus ritos ofrendaran a sus dioses en la laguna de Guatavita.  Me causaba intriga la imagen de los arreglos comunitarios y el baño copulativo del hombre en polvo de oro custodiado por sus altos maestros y concejeros ceremoniales.
El caso es que desde muy chico me interrogaba cómo era ese tema del oro relacionado con la muerte, (ese apreciado metal que ellos ofrecían y que a la vez, por la ambición española, les originó su holocausto).  Cómo era su adecuación, connotaciones y demás.
Por eso es que aquella madrugada, cuando se cruzó la palabra Tumbaga, para mi fue una conspicua revelación.
Encontrar parte de aquel enigma, que para mí fue tan importante como descubrir el agua o el fuego, me tranquilizó en alma, mente y cuerpo.
El vocablo Tumbaga, (que significa la aleación de cobre y oro), me cautivó.
Tropezarme con el secreto detrás del oro y hombre Dorado, revelar la aleación de oro tumbaga en lo personal, fue para mi también una primera gran satisfacción.
Por eso es que  4 o 5 años más tarde, en el ´79 u ´80, cuando con un grupo de amigos iniciamos ensayos, y que luego establecimos el grupo folclórico, (a dos flautas de millo, quenas, tambora, guasá, maracas y guitarra acústica, ver foto), no tuve duda en tributar a los Muixcas con este nombre TUMBAGA que guardaba como único y gran tesoro.
´Hallar el Tumbaga permitía que me hallará yo y revelaba al indígena en mi, el resto son secretos de tradición´.

Oscar Darío Velásquez Lugo
15-04-2012
amsterdam

No hay comentarios: