EXTRANJERO

DIARIO DEL GALLO No  56
26 AGOSTO 2010
Dentro del cuento del Nuevo Arte Dialéctico

RATA BLANCA


´Nadie puede engañar a nadie porque el 13avo sentido no lo permitiría.  Por eso me opongo al pensamiento que cuando los europeos llegaron encontraron animales y hombres bestia que llamaron indios´.
La imagen de la verdad invertida es equivalente a la misma desproporción del espejismo.
Alguna vez había certificado que conocer el mundo es reconocer el origen de uno mismo y que para experimentar el origen es bueno ver de afuera para adentro, y pues para ver desde afuera una manera era fugarse, autoextraditarse del país natal.
Pero viéndolo bien esta opción trae desventajas irreparables.
No hay nada peor que sentirse una persona de segunda o tercera en un país extranjero.
Sentirse ajeno, desadaptado, fuera de su huevo no es cosa fácil. Por el contrario.
Ser extranjero es un tema antiguo y complejo, tal vez tan primitivo como ser esclavo.
Es más, si comparásemos la prostitución, esclavitud, profesiones antiguas, con el tema de lo foráneo, llegaríamos a la conclusión que andamos hace siglos como ratas negras entre ratas blancas.
Por qué ratas blancas?  Por qué la preferencia?  Por qué no es igual rata blanca que negra?
Por qué el blanco sobrepasa al resto?
Nada que ver... dirán algunos resentidos con mi afirmación.  El hecho es que tampoco nada es incierto.
Tal y como las razas son ejemplos de tradición para la historia, así son las ´ratas sabias´, ejemplos para otras ratas blancas.  Con eso digo todo.
El punto es que la lucha entre seres es como la de un tigre con un burro amarrado.  No hay opciones abiertas.  Los seres libres, antagónicamente, llevan cadenas.
Lo raro de esto es que los seres libres no existen sin el permiso del blanco.  El blanco es el que nunca necesita doblegarse y es aceptado en cualquier sitio.  Acaso ocurre lo mismo a un latino, negro u otra rata negra racional de este paraíso?
El hombre no necesita humillación a cambio de trabajo.
Mientras pasan los siglos se mantienen las ideas de la propiedad privada.
Para no ir lejos: este siglo abre la puerta al mismo hombre que encontró la bestia.  Todo es igual en un escenario adornado de espejuelos
Una inconformidad conlleva a otra.
Así es que paso a paso nos colamos en el círculo vicioso de las décadas y luego de los siglos.
Pasan con nosotros los milenios y al final no parece cambiar el pensamiento primitivo, el temor y el miedo a existencia del hombre de hace 10.000 años.    



Oscar Darío Velasquez lugo
26-08-2010
Amsterdam


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