viernes, 10 de septiembre de 2010

MI AMOR, HERMOSA PLATÓNICA

DIARIO DEL GALLO No 64
VIERNES 10 DE SEPT 2010

SIGLOS MARAVILLOSOS

Se acaba el verano.  El sol huye de los recuerdos.  El día transcurre fangoso, monótono.  Las hojas caen perdidas de color.  Y aún así, la vida parla desde su pedestal rosa cuando escribo.  Se acercan los meses grises y de aguante y resistencia.  Los grados bajo cero embisten los humores.
Los Siglos del Antiser no los achaco al carácter individual, más sí, a la inrazón de un conjunto de seres desquiciados.  La belleza incrustada en los ojos del placer.
Estoy empeñado en expresarme desde lo celestial que comparo con un amor platónico.  Me empeño en  algo más sublime que el gozo intelectual que me compromete en las esferas del amor con la belleza percibida con nombre de ella.  Me empeño en imprimir imagenes en este diario.
Todos, en algún momento hemos experimentado pérdida de control de la emoción.
El intelecto baila fuera de su ritmo y palpamos las maravilla confabulados con el placer, ilusión, encanto, fe, milagro.  Cada idea nos deja certeza, pensamos en caer de la nube para no dejar abandonado al Ego que es prisionero del vacío que vive a cambio de la nada.  En conclusión o es platónico o realidad.
Como en la belleza platónica, en la Escritura del Arte Dialéctico, la idea tiene peso y forma, dentro y fuera de su misma hermosa oscuridad.
El valor de la imagen es expuesto al rayo de la verdad intelectual.  Los supertonos, las palabras y los versos encuentran vida nueva, brillo propio.
Me estoy convirtiendo en otro amante más.  Estoy convencido que el tiempo es un espejo del presente tan volátil como la luz: dilatamos el juego suntuoso del ´tiempo actual´ y la premonición de un porvenir incierto.  Es decir, soñar con mariposas amarillas del pasado y galopar un potro canela detrás de la ilusión.
Alguna vez, atrapados en la fantasía escapamos de lo inmediato, entonces entendemos lo que somos o no fuimos dentro de ese mundo inteligible.  
Extrañamente sigo interesado en indagar el don de la belleza:  lo platónico, real o metafísico ronda detrás de una pantalla racional de lugar, tiempo y espacio, donde permanece el amor absoluto por la existencia, nuestro único tesoro. (Bella trinchera; nido y fuente placentero; exuberante seno, luz óvulo del día; atardecer morada de la existencia:  ¨detrás de todo lo que existe está todo lo que no debe ser ).
El ser derrocha la naturaleza divina y se consume en el negocio plástico con moneda de tres caras: la razón experimenta el sentimiento de la nada. 
Los hombres derrochamos la naturaleza divina y nos consumimos en el negocio plástico con moneda de tres caras: la razón experimenta con la nada.
A diferencia, la Escritura Poética Dialéctica Tercer Milenio conecta con los órganos y sentidos, lo extrasensorial y metafísico: el encanto existe en cualquier cuerpo porque detrás hay belleza contraria e idéntica y más bella como las demás. De eso se trata y no de acabarla.
Como la voz tiene eco, el cuerpo tiene sombra viva.
La belleza, el amor existen porque comprobamos aprecio, afecto, interacción, porque extendemos el límite de la idea y nos exteriorizamos.
Ahí encontramos nuestro eslabón,  la ¨Dialéctica Histórica de los Siglos del Ser¨.    




Oscar Darío Velásquez Lugo
10-09-2010
Amsterdam


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