CORAZÓN GITANO

DIARIO DEL GALLO No 34
JUNIO 27 2010

NOMADA DEL III MILENIO

Siempre he querido explicarme la situación social del nómada moderno.
Mientras todos buscamos comodidad y comfort, mientras todos buscamos posesionarnos de algo para que ese mismo algo nos represente y otorgue el status que la sociedad nos solicita, mientras buscamos identidad en los programas como Facebook, Twitter y demás, mientras buscamos afinidad con las computadoras y confiamos nuestras vidas a sistemas electrónicos, un grupo racial va y vuelve de acá para allá..., va allí y a todas partes como lo hace desde hace muchos años..., los gitanos.
Los gitanos son igualitos acá y en el mundo entero sin ser dueños de nada.
Cosa maravillosa.  Por donde  uno los encuentre llegará a la misma conclusión.
Me fui de viaje a Sevilla para conocer de cerca el flamenco y los gitanos.  Pasé por las Ramblas de Barcelona en los años 90 cuando todavía, en una de las calles laterales, se abría un callejón y de allí para adentro el culebrero de barrio gitano.
Acá pasa lo mismo y mis vecinos búlgaros y rumanos no han cambiado mi opinión.
Matemáticamente: si hay cuatro en una morada, en realidad son 8.  Así, de uno en uno crecen a manada.  Si suman 8 en realidad son 16 pues tampoco dependen de pasaportes ni de visas, ni pagan impuestos, ni tienen trabajos regulares porque siempre pasan el cuento del extranjero.
Son los nómadas de las sociedades.  Mezquinos a reglas y códigos cambiantes de las sociedades modernas.
No me cabe duda que estos desinteresados terrenales no progresan desde que pisan la faz de la tierra.
Fantástico son los únicos que andan en su propio cuento del vivir.
Y para vivir no requieren ser dueños porque al parecer la propiedad privada importa poco.
Corazón cantao.  Corazón bailaor.  Corazón sufrio.  Corazón y lamento. Corazón gitano.
Corazón y llanto, corazón partio.



Oscar Darío Velásquez Lugo
27 junio 2010
Amsterdam 


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