COLEGIO INEM SANTIAGO PEREZ 1982 EN BOGOTÁ COLOMBIA

DIARIO DEL GALLO

ALGUNOS RECUERDOS DE LOS AÑOS 1980

UNA HISTORIA INEMITA MÁS 1982. No hay recuerdo que alguien pueda borrar de la memoria de un adolescente feliz. Aun tengo en mi mente correr de un lado para otro de los edificios del colegio entre clases de 45 min., bajar escaleras sientiendo el calor humano de un montón de estudiantes entusiasmados como yo. Recuerdo que los comienzos de año y cuando pegaban los resultados de los examenes finales en las ventanas y puertas eran exitantes, al principio porque uno se enteraba en que curso, con que compañeros y con que maestros quedaba, al final porque los resultados de las notas eran para todos visibles. Me encantaban las clases de arte. No me cambiaba por nadie de alegría y corría hacía las clases de educación física porque me gustaba saltar en las colchonetas y saltar los burros de gimnasia, (también porque había cierta intriga al ver a mis compañeritas correteando y quizá pasando verguenzas en sus trajes de gimnasia pues recuerdo los susurrros de aquellas que no les gustaba usar las pantalonetas cortas y que les vieran las piernas). En las clases de religión y catequesis teníamos un profe liberado que no enseñaba la biblia sino como vivir la vida saludable y a mi edad yo me preguntaba, (será que el profe es revo?). Un sístema, no se hoy 2017, que en mis ojos estuvo, bien montado durante los años que pase allí pues las instalaciones estaban bien dotadas, en los salones de química había los suficiente, probetas, pipas, microscopios, etc para lograr una idea básica, como era el fin, de que es un experimento químico por ejemplo. Podría quedarme narrando un horas e ilustrar páginas y terminar haciendo un libro... LA MARAVIILA SE HIZO REALIDAD cuando a nuestro salón de clase de música, (teníamos piano), llegó un señor, profe Abdel Barón, haciendo examenes de canto para seleccionar los integrantes de la que fue la primera banda musical del colegio. Por suerte pasó por mi aula y por suerte me dijo que yo había pasado el examen, (canté un pedazo de Yo Solo Quiero, de Roberto Carlos), y que si quería podía entrar y hacer parte de la banda musical. (Lo maravilloso ha llegado hasta estos años). En ese entonces uno no sabe nada ni para donde va ni como hacer nada. Nadie en mi casa ha tocado, yo jamás había interpretado un instrumento musical, (a mi me toco empezar con clarinete). Fue entonces cuando se abrieron las puertas hacia mi nueva libertad juvenil. Encontré yo y encontramos todos los de ese grupo de seleccionados un camino distinto, viable y sincero hacia la libre expresión. Las chicas y chicos dimos un paso adelante y mostrmos los deseos de aprender a tocar bien un instrumento, (tanto que ganamos varios concursos de bandas nacionales). Recuerdo que los implementos, salones, pupitres eran nuevos y que había suficiente, se desbordaba la abundancia en el Colegio Inem Santiago Peréz, Tunal. En la banda era igual. Teníamos un super salón para los ensayos a nuestra disposición de 7 am a 6 de la tarde, habían allí intrumentos como para una banda de músicos de mínimo 50 integrantes, (bombos, platillos, redoblantes, trompetas, trombones, saxofones, tubas, fliscornos, flautas...). Uufff los recuerdos adornados con emociones son la misma belleza. Uno debe ser agradecido y lo soy. La vida nos dio esa oportunidad de estudiar, tener una dirección en que pensar y tener un imborrable hobby para siempre.
Podría relatar más y más cosas que se me vienen a la cabeza de esa etapa tan importante en la formación de un ser. Triunfamos, tuvimos y fuimos ejemplo de algo bueno... SER INEMITA ES EN MIS OJOS... LUCHAR POR UN IDEAL. SER INEMITA ES NO PARAR HASTA LOGRARLO. LA MUJER o EL HOMBRE INEMITA APRENDEMOS A DECIDIR Y SER DETERMINADOS. EL INEMITA VA PARA ADELANTE HACIA LA GRANDEZA Y SUPERACIÓN, un sld Oscar Darío Velásquez Lugo 22-02-2017 Promoción Comercial 1982