LA HIJA DE LA MUERTE

DIARIO DEL GALLO
MARTES 14 DE JUNIO 2016


La hija de la muerte.  Qué sobrenombre tan horrible juzgarán muchos.  No me disculpo, no ha sido mi intención ni mi invento.  Así fue como apodaron a la muchacha de este cuento.  Una joven tan común y corriente, parecida a muchas de su edad en su forma de vivir su juventud, en su manera de actuar y disocializar que hasta pasaba desapercibida, una mujer en busca de 'un no se que' tal y como otras de la época y así la aceptaban todos. Por otro lado, esta chica era la raíz de las contradicciones, hablaba de buecar su libertad, de ser moderna y a la hora de enfrentar su realidad era irreconocible, terca y voluntariosa, una chica a la que se le había hecho muy difícil conectar en el laberinto de la humanidad.
Su mayor habilidad fue ocultar su verdadero yo que alternaba con un 'yo impersonal y un tanto apático' que pocos conocían.  Nadie sabía de cuándo a acá fue que cambió y decidió camuflarse como estrategia de supervivencia.  Era una para unos y otra para otros, según la oportunidad y según taxará la circunstancia.
En su casa la llamaban Ternurita por su forma de ser querida y bondadosa. Con sus padres era una santa paloma.  Siempre se mostró paciente y tranquila.  Pero en las correrías callejeras la cosa cambiaba.  Había logrado ir a la universidad pero allí rechazaba todo símbolo de autoridad.  Era adicta al internet y las redes sociales, tanto que al cabo de un tiempo se molestaba si le hablaban o interrumpían, comía, dormía pegada a la red, por eso no tenía paz. Así fue como desarrollo habilidad para tipiar, escribía tan rápido en su tel. celular que sus dedos parecían volar de un lado para otro en el pequeño teclado.  Pero no era ella un caso único, su mejor amiga era igual con la diferencia que al poco tiempo de ingresar a la universidad cambió de manera de pensar y se metió en el mundo del sexo por internet.
A lo que voy es que ambas chicas tuvieron una vida sana en sus casas.  Habían crecido en un ambiente normal.  Nunca les faltaba nada es más antes les sobraba dinero y comodidad.
Después de varios semestres le cambió la vida.  Nadie sabe cómo ni por qué se aburrió.  El caso es que al término de un tiempo intercambiaba universidad con lujuria.
Visitaba discos a medio día, fumaba como si hubiera entrado en desesperación.  Se le conocía por ser borracha, rumbera y solitaria.  Eso fue el primer año de lo que ella llamaba liberación.  Allá le tenían varios pseudónimos desagradables y parecía no importarle y se acostumbró: La Solitaria de la Muerte, La Sombra Libre de la Muerte.
Actuaba frío, como si no tuviese asco de nada, por lo que la trataban con distancia y respeto.  Aunque a mi forma de ver, ese tal respeto era simplemente miedo físico..  miedo limpio.
Ternurita era un ejemplo salido de la sociedad.  Vivía en una casa con más familiares cuya posición económica no era desventajada. Sus padres habían querido darle lo mejor en la vida sin que aprendiera el valor de las cosas.  Pero eso es que a ella parecía importarle poco o apreciar el valor de las cosas.  Siempre quería más... siempre detrás de la elegancia, la comodidad y el placer personal.
El problema era que esta muchacha seca tenía clones en su comunidad.  No era la única en su forma de pensar.  En su barrio mismo habían muchos como ella, chicas bien acomodadas pero insatisfechas, todas con peculiar molestía con su parte emocional.
Repito, Ternurita era igual a muchas pero a la vez algo distinta, por eso le fue fácil acostumbrarse y ser apática en terminos de sociedad.
En eso no había manera de hacerla recapacitar.  Más siempre más.... La vida era como un juguete al que le sacaba gusto por un tiempo y del que al rato se aburría..  Su problema era vivir un constante círculo vicioso de gastar y comprar más y más, algo que es hoy típico de nuestra sociedad consumista. Ni ella ni los demás jóvenes de su edad tenían interés de conocer.  La vida no tenía propósito ni verdad.  Todo se podía conseguir pagando y fácil.  El dinero es el que da felicidad... lo material se remplazar por algo mejor... todo se pierde, todo es fácil de encontrar en la era global.
Los meses continuaron sin que ella tuviese idea que su destino estaba por cambiar.  Un día se prestó para acompañante de un pequeño mafioso que fue a negociar 5000 papeliticas de Trip, un conocido alucinógeno en las discos de la ciudad.  Ese fue su primer contacto con el mundo del dinero rápido y la vida en pánico.
Luego fue formó su propio imperio sin ayuda de nadie.  Se le conocía por ser severa y ajustar cuentas sin compasión.  Vendía éxtasis y perico que le dejaban ganancia.  Así fue como la vida la llevó a trabajar los negocios de las drogas sola... 'yo no confío ni en mis sombra' decía con regularidad. Por eso fue para los investigadores de criminalística fue toda odisea e intriga el día que la encontraron botada boca abajo con un tiro a la altura de la cien.  Su muerte súbita fue un misterio, un secreto que solo sus asesinos conocían y que aquel ente solitario se había llevado con ella.  Su muerte fue el caso que nunca nadie pudo esclarecer.


Oscar Darío Velásque Lugo
14-06-2016
Amsterdam