jueves, 13 de marzo de 2014

UN TELEVISOR DE CEREBRO

DIARIO DEL GALLO
JUEVES 13 DE MARZO
cerebro al descubierto


EXPLOTAR EL CEREBRO

Ahora que estoy de vuelta en este país de reyes y maravillas me doy cuenta que la televisión en Colombia es tan perjudicial para niños, jóvenes y adultos como son las armas para las bandas en las comunas, las drogas en las calles desbaratadas del Bronx bogotano, (cerca al batallón Guardia Presidencial), y el alcoholismo de los chirrincheros, (bebedores del más barato y peor de los tragos alcoholizantes en la avenida 19 entre séptima y octava).
Con la televisión estadounidense le hemos metido un autogol a los niños y la sociedad.  En Colombia la función de la televisión es la de enegenar, salvaguardando algunos canales locales educativos.  La calidad de la televisión está por el suelo.  La mentalidad de los de Hollywood esta cambiando nuestra forma de ver y de pensar.
Primero, nos hemos hecho a la idea que la televisión es la diversión más segura y barata de los días libres y festivos: compramos maíz para 'pop corn', lo cocinamos en casa y ahí estamos. Segundo, por tener la pantalla encima de nosotros, con la televisión nos hemos dejado vender la pésima idea de estar más cerca de lo nuevo y trendy de lo que realizamos.  Por eso es que ya no tenemos criterio propio, por eso es que ya no tenemos dudas a la hora de copiarmos, por eso es que aceptamos las barbaridades sin exaltarnos...
Sin embargo, ojo... en esos paqueticos televisivos viene más veneno y dinamita para la mente, que nos apacigua, inmoviliza, aturde y nos doblega, de lo que nos cuestionamos.
La verdad es que los más afectados son las generaciones de jóvenes que aprenden que el extranjero es mejor, (sin oportunidad ni experiencia se dejan llevar hacia aquel socavón que origina la ignorancia, sin entender siquiera que hay mejores diversiones y más saludables para el cerebro que plantarse delante de un pantalla a robarse vida y llenarse la cabeza de cucarachas, historias de violencia y chisme estadounidense.
Que si yo también caí... que si yo también fuí víctima... pues claro!
Yo también caí buscando ratos de esparcimiento en las horas muertas de la tarde.
Resulté involucrado, como millones amas de casa, con el teje maneje de en una novela mexicana con la que terminé cazando, empeñado, mi movilidad y mi independencia a eso de las 3 de la tarde.  Hoy me río de contarlo.  Por fortuna para mí este ya es un capítulo cerrado que envolvió mi cotidianidad hacia lo absurdo.
A lo que llega este caso es que estando en Amsterdam, en donde hay mejor calidad de vida y donde sobra más el tiempo, a la gente parece no hacerle falta ni las telenovelas, ni los programas de concursos y el televisor se vuelve un aparato lejano, quizá de compañía nocturna y menos indispensable en la vida del hogar.  Acá los parques y bosques funcionan de modo terapéutico.
Lo que evidencio es que acá la gente esta plenamente pegada de la idea de caminar en un parque, de bañarse con aire libre y disfrutar estar fuera de los edificios y bloques de vivienda, así haga o no mucho viento y frío.
El contacto directo con la naturaleza es lo que asegura el exito de esta magia.
De alguna manera los padres encontramos y somos conscientes que los parques son una alternativa positiva y diversión perfecta para nuestros hijos, pues es allí sobre aquellos tapetes de pasto en donde si observamos animales sin stress y seres básicos como usted y yo sonrientes y descohibidos.



Oscar Darío Velásquez Lugo
13 marzo 2014
Amsterdam




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