MARTES 12 DE JUNIO
Amsterdam
EL OJO DEL CYBERMAN
Hemos estado reunidos pasándola bien, juntos pero no revueltos. Eso somos. Nada más.
Dicen que lo último que perdemos los humanos es la esperanza. Yo no voy a contradecir esta afirmación porque estoy de acuerdo que una acción, plan, idea, oportunidad se pierde cuando uno dice ya no más, hasta el momento final.
El tema que abarca mi cabeza es el ojo tuerto con el que mira el Cybersapiens o Cyberman, (hombre-mujer de la era del internet).
Ese ojo ciego del que hablo nos impide ver más allá de nuestras narices, por eso no podemos proyectarnos y ahogamos cada vez que damos un paso falso hacia la realidad.
El Cybersapiens es el egoísta de toda la historia y no hay nadie peor que él.
Para el Cybersapiens no es suficiente acabar consigo mismo, sino que también, explota a sus semejantes y contamina y destruye la naturaleza porque en su mente materialista no existe la palabra ´compasión´. (Agotamos los sentimientos interfamiliares como se agotan el aire puro y los bosques; calculamos los términos de la amistad como si se tratase de una cuenta de banco que da renta; empeñamos al amor y aguantamos el matrimonio por conveniencia y nada más).
Estamos limitados a decaer porque no somos capaces de visualizar el camino erróneo que guía a la inconsciencia.
Por culpa del internet el Cybersapies es presa comercial. Por culpa del internet el Cyberman ya no sabe distinguir y su cerebro actúa como lo predetermina una idea masal.
Quiero decir que ´la nueva personalidad global y el internet´ ha influenciado a las personas para mal. El Cyberman es un inseguro social. Idólatra de su hermosura. Indiferente al bien y al dolor.
A pesar que creemos estar más cerca unos de los otros por el uso de las redes sociales, la verdad es que cada vez somos más extraños y vulnerables.
Así como vamos, en unos años acabaremos peor que perros callejeros.
Nadie prestará la mano a nadie.
El Cybersapiens ve transacciones, ventaja económica en cada acto de amistad.
Con esta estrategia piensa prolongarse el cavernícola de la modernidad...
Oscar Darío Velásquez Lugo
12-06-2012
Amsterdam
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