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| Al maestro la batuta |
DIARIO DEL GALLO
JUEVES 29 DE NOVIEMBRE 2018
MARK RUTTE, LEÓN U OVEJO CAMUFLADO DE PIRATA
**HOLANDA VISITA COLOMBIA.
EL NUEVO MERCANTILISMO 2018**
Ayer recibí un link en mi FACEBOOK
MESSENGER que me puso a pensar…
Es para mí una gran intriga
el papel que el gobierno Holandés adelanta en Colombia en el tema de
legalización de tierras, ‘catastro holandés’, que promete formalizar toda la
tierra de Colombia para el año 2026, (o sea para dentro de 7 años). Eficaz trabajo, afanoso, si se sabe que el 54% de toda la
tierra colombiana aun tiene problemas graves de titulación.
Mi intriga brota del papel amistoso que viene
a jugar Holanda mercantilista_ capitalista en Colombia, un país para ellos socialmente inestable, vulnerable
económicamente y donde cada día renacen los problemas internos por la
corrupción y la falta de justicia.
Mi intriga nace al pensar dónde estaba esta Holanda
amistosa y qué papel desempeñó en el conflicto armado, en la paz, si eso
exactamente lo que yo extrañé, su presencia, y desapego en los últimos 30 años
que llevo acá? Dónde estaba este país amigo
en los últimos 50 años mientras el país derramaba su sangre en el conflicto
interno?
Yo pensaría y ojala este errado, que detrás
del “León Oranje”, detrás del manso y algo tímido presidente holandés viene el lobito feroz y el pirata
disfrazado. Es más pensaría que el
pirata ha puesto los ojos en el tesoro y viene con una nueva estrategia, ya no con cañones y como
corsario a invadir a Cartagena ni a Santa Marta, sino primero con papeles,
oficios y contratos, para después si desembarcar la armada de
maquinaria pesada e industria que
garantizará una eficaz explotación en las próximas décadas. ( Por qué en vez de saquear y colonizar, no
comparten conocimiento, afianzan lazos educativos y promueven intercambios
estudiantiles para técnicos y universitarios?
Mi intriga es por qué no vienen con la idea de promover el desarrollo antes
que seguir colonizando?
La historia que yo conozco de
amistad se llama la explotación de Shell, (petróleo), Max Havelar, (café), Turbana, (bananos), Trafigura, (mayor exportador holandés de
carbón colombiano a todo el mundo), etc.
La historia de amistad que yo
conozco es la amistad del monstruo colonizador, de un país desarrollado que
aprovecha su pasado y poder económico no para asistir, sino por el contrario,
para endeudar y someter a Colombia con nuevos contratos y extraer sus materias primas bajo el manto de ‘ayuda
catastral’ y soporte a pueblos y veredas, que al final causará problemas para el medio
ambiente, desarrollo y la economía de la región que supuestamente vienen a ayudar,
una vez que las regiones caigan en bajo el dominio de la maquinaria comercial
que estará en sus manos.
Mi intriga sigue. Por primera vez que un ministro presidente
holandés ‘se digna en pisar territorio
colombiano’. Y yo no soy fácil al pensar
que lo hace como turista o porque le agrade mucho el clima tropical colombiano,
sino de pasadita, cumpliendo un
itinerario a la vez que trae consigo una extensa comisión de 110 empresas.
Holanda creo yo, llega más
bien, ojalá este yo equivocado, a
pavimentar el camino , a acondicionar las vías por donde comenzará la nueva ola
de explotación.
No puede el colombiano
moderno, los jóvenes actualizados, quitarse de la mente y menos pretender no
saber, que para el ojo del comerciante holandés, para muchos mercantilistas
holandeses, (y aun para la gente del común),
Colombia sigue siendo un país primitivo, de seres atrasados, al que miran por debajo del ojo. El holandé$, el lobo marino, $abe a qué viene y a que palo trepa$$$: el
colombiano es un ser trabajador, pero capaz de traicionar por un céntimo, recursivo
pero capaz de venderse por un almuerzo,
una comisión de Coca Cola; ético y religioso pero capaz de contratar a un matón
por las migas de un calado.
No esta demás que lleguen
empresas holandesas, pero ojalá que les dejen bien claro, más sus deberes que
derechos. Lo que está demás es que dejen
los estragos ambientales, les salga la mano de obra y la materia prima barata . Wake up! People, wake up
“Que mi escritura no sea un
instrumento para la diversión sino una varita para la nueva medición”,
Oscar_Muixca_29_211_2018
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