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DIARIO DEL GALLO
documento con meses de atraso:
COLOMBIA 200 AÑOS. PARA SABER GANAR HAY QUE SABER PERDER.
Dónde quedó sepultada la
consciencia? Mañana 7 de agosto se
cumplen 200 años desde La Nueva Granada, hoy Colombia, quedó libre del mandato
directo de la corona española. En
nuestro fervor, hemos adoptado estos 200 años como a un huérfano llamado años de independencia.
Nada puede confundir más a un
pueblo apasionado como es el colombiano, nada puede ser más equivoco que clamar
que ser libres, independientes, nada es más erróneo que confundirse en este
laberinto en el que hemos metido la historia patria.
Verdad si es que han
transcurrido 200 años desde que se puso punto final a la hegemonía española: 200 años, tiempo corto si analizamos que hemos
progresado poco en el tema de avanzar hacia una verdadera independencia. CRÓNICA
DE UNA MUERTE ANUNCIDA NO ES SOLO UN LIBRO DE MARQUEZ. Solamente basta observar
a nuestro alrededor para realizar que más tardamos en decir somos libres que en
caer presa nuevamente en manos de los mismos países europeos de los que
supuestamente nos estábamos liberando, de caer en las garras del águila yanqui.
200 años ha pasado para
entender que Colombia, tanto como los países hermanos latinoamericanos, sufre
del mismo mal de la ‘pseudo independencia’ y padece de la misma epidemia
política, social y económica, pues simplemente pasamos de ser colonias españolas,
repito, para convertirnos nuevamente en esclavizadas neo colonias europeas, (bajo
el mismo tono de manipulación y desprecio discreto).
Colombia,
la buena y apasionada, la rebelde y a la vez subyugada, no parece haber tocado
fondo: somos únicos en rendir pleitesía a los que llamamos héroes y gravemente
únicos en dejarlos caer como cocos podridos.
(Bolívar, padre de la patria, venezolano, fue homenajeado como ninguno
antes para luego ser bombardearlo con desprecio hasta el exilio que significó
su muerte triste). No somos distintos a los precolombinos de hace 200 años con
una idiosincrasia aplastada, porque si negamos al indígena, si negamos al negro
como lo hacemos, negamos el paso de nuestra existencia.
Increíblemente Colombia después de 200 años sigue librando su propia
guerra interna. No quiero sonar negativo
mas si alerta: pasamos de A a B, y este calvario llamado independencia está
lejos de haber finalizado si no sentamos cabeza, si dejamos sentar al enemigo
en nuestra mesa.
Oscar
Darío Velásquez Lugo
6
agosto 2019, Amsterdam
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