jueves, 16 de octubre de 2014

QUE VALE UNA VIDA SIN LA MUERTE


¡Oh Dios de la misericordia
Venerado ser del bien que
Apasiona a nosotros creyentes
Que brinda paz a los hombres
A cambio de obediencia,
Fe y de su voluntad devota.
¿Qué es la vida sin una proeza
Sin tener razón la existencia
Qué es la vida sin luz ni esperanza
Sin sentir pasión por la sabiduria?
Qué es vida señor del cielo
Creador de la tierra y los mares
Qué es esto que llamaste vida
Sino un incierto pensamiento
Un desierto de anhelos
Agotado con el paso de los siglos
Qué son el amanecer y el día
Sin su noche mansa y sin el manto
Cuando nos cubrimos de estrellas
Que es el amor divino
Sino tristemente fantasía...
Sino un remolino de fieras
Hambrientas que se hacen daño
Entre ellas, moribundos seres
Que acaban con su prójimo
Por placer y codicia
Causando dolor y pena
Como si la historia del ser
Se repitiera en vano
Nos ahogamos en las ciudades
Con tanto desperdicio humano
A falta del calor hermano
Morimos asfixiados por tanto
desecho tóxico, contaminamos
El aire que respiramos, somos
Suicidas perfeccionados que huyen
A las leyes y normas como huye
La liebre de las garras del halcón
Es acaso esta lenta agonía una emboscada,
Una eutanasia dosificada programada allá en
Las fábricas macabras de los gobiernos
Que se jactan de globalización y democracia
Es acaso este método un dosis letal
Para arrasar con última gota de belleza?
Nos morimos de cáncer a lo largo del siglo XX
Y aun nos enceguecen con falsas tratamientos
Se inventaron el Sida  los medicamentos
Que sólo el hombre de occidente conoce
Nos consumen en el nuevo invento: el virus
Del ´Ebola´ que se expande como un ciclón
Cazando victimas entre los pobres del mundo
Se inventan misteriosos virus en
Äfrica, la tierra de los experimentos
Donde las multinacionales juegan
Con sus químicos y cruces orgánicos
Mientras que los asesinos en tronos de oro
Viajan en yates y cruceros por el mundo
Buscando paraísos fiscales
Donde esconder el dinero que hurtan.
Qué es la vida sino la antesala nefasta...
Sino un jardín de flores marchitas
Una selva talada donde no queda huella
Un espacio temporal donde sufrimos
Antes de alcanzar aquel momento
Fuera del dolor humano,
Para llegar escapados a la muerte.



Oscar Darío Velásquez Lugo
16-10-2014
Amsterdam





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